¿Cómo surgió la idea de un cuerpo que emite música cuando sufre cortes y apuñalamientos?
La música es algo que gozo y padezco. Siempre está conmigo, aunque no lo quiera. Vivo en un barrio donde los vecinos escuchan música en alto volumen. Es bastante raro no encontrar picós (sistemas de consolas y poderosos amplificadores) los fines de semanas en sus terrazas. A veces un vecino puede estar escuchando salsa o vallenato mientras que otro a tres casas escucha reguetón o champeta. Esa mezcolanza de sonidos me perturba la mente a menudo, pero recuerdo que un día estaba especialmente hastiado y buscaba con desesperación el silencio. Creo que allí llegó la imagen del cuchillo. Pensé que la música se puede hacer tan densa que no faltaría más que un cuchillo para rebanarla en el aire. Densa como un cuerpo ajeno, quizás. Luego apareció la sangre y luego la mustia personalidad de César.
Uno de los aspectos que más me impresionó sobre la historia es que refleja la necesidad de crear algo hermoso al autoflagelarse. Me pareció que en ciertos términos es una crítica al capitalismo y el desgaste que sufrimos por el trabajo excesivo. ¿Pensabas en dichos aspectos mientras escribías la historia?
Perseguir el silencio es una forma de belleza. Y crearlo puede resultar en imposibles. En general, el hecho de crear algo implica autoflagelos muy a menudo. Incluso se llega a sacrificar muchas cosas por apenas alcanzar el contorno de aquello que deseas crear. A veces resulta en insatisfacción. Pero al menos esto es un camino donde importa más el trayecto que el destino. Si bien lo creado no cumple con las expectativas, el autoflagelo me indica la pasión y el esfuerzo, y es un honor sentir eso. Para ser sincero, no pensaba específicamente en el capitalismo cuando escribí este cuento. Pero sí pensé quizás en algunos de sus efectos. Sucede que todos queremos y creemos ser únicos; aspiramos tener algo que nos vuelva diferente. Y el estilo de vida moderno nos relega a ser engranaje. Ya sea de la producción y del consumo, ya sea de los sueños o de las metas obstinadas. Al ego le duele no pertenecer al eje de algo. Y creo que los esfuerzos y trabajos por conseguir algo, incluyendo la búsqueda estética, es un desgaste que asumimos de buena o mala manera.
¿Por qué elegiste la estatua de Fernando Pessoa? ¿Cuál es el significado de su presencia?
Las sensaciones en Fernando Pessoa parecen tomar conciencia y volverse en un otro. En el fondo de una estatua no hay nada más que un yo. Los odios y anhelos que proyectamos sobre la piedra pueden decir mucho sobre lo que somos. Creo que por eso elegí la estatua de Fernando Pessoa y también por eso la historia se desarrolla en Lisboa, porque César no es tan diferente de Pessoa. En algunos poemas, como Tabacaria u Oda Triunfal, me parece ver a Pessoa sorprendido por todo mientras su rostro permanece sólido. César creo que se sorprende por la música de sus heridas, pero su actitud de encerrarse en sí mismo y explorar más con otras heridas es de alguien inamovible, irresoluto. Creo que la sorpresa es vital en la creación, y las sorpresas más grandes son aquellas que estremecen el interior hasta incomunicar el rostro, dejar los gestos dislocados, guardarse para uno la sacudida. Como pararse al borde del precipicio y ver que la caída insondable es solo para ti. La estatua al final me parece que ayuda a contrastar la consternación del público luego de que César se corta el brazo.
Aunque César se encuentra solo al principio de su descubrimiento, al final está presente una estatua y un público conmocionado. ¿Cuál es la función de los espectadores?
Los espectadores son un paso en medio de dos soledades, la del autor y la obra. Primero veo la soledad de César, luego veo la soledad de Pessoa. El comienzo y el fin. Ambos permeados por las conciencias de los demás. César es un desconocido donde los espectadores pasan y se detienen un instante para disfrutar de su particularidad; y la estatua de Pessoa es un conocido del cual ya se disfruta por la obra que dejó, pero como una página también pasa. El público es la memoria y el olvido dentro de esta historia, porque César se corta el brazo para adjudicarse gloria de ellos, pero a César pronto se le acabarán los brazos y las piernas. No tendrá más nada qué ofrecer. El público pasará a dividir otras soledades.
¿Cuáles son los temas que más aparecen en tus historias?
Todavía estoy en exploración. Escribo principalmente poemas, me considero poeta en todos los textos que he escrito. Desde el año pasado he empezado a explorar la narrativa, más específicamente los cuentos, porque creo que el cuento y el poema tienen fronteras desdibujadas. La poesía los sacude a ambos. Actualmente tengo obsesión por el olvido y la inexistencia, ambos son temas sobre los que me gusta meditar y trabajar bajo otros subtemas como son el dislocamiento de las palabras, la violencia tras el recuerdo, la otredad y el aburrimiento.